Por dopaje se entiende el uso de sustancias o métodos que para mejorar artificialmente la condición física o mental de los atletas en su rendimiento en la práctica deportiva. La lucha antidopaje tiene dos objetivos fundamentales: preservar la salud de los deportistas y garantizar la igualdad de condiciones de los participantes de distintas competiciones.
Parece ser que el origen del dopaje se remonta a la antigüedad: ya los romanos en las carreras de cuádrigas, al darles de beber infusiones estimulantes a los caballos. La primera noticia sobre el consumo de sustancias dopantes por atletas es de 1865, cuando varios nadadores que competían en la travesía de los canales de Amsterdam fueron acusados de tomar drogas.
En las últimas décadas, los avances en el conocimiento de la fisiología humana han permitido mejorar el rendimiento de los atletas, pero también han facilitado el descubrir nuevos y más sofisticados sistemas de dopaje. Aunque los controles son cada vez más estrictos y eficaces, la legislación y las pruebas para la detección de sus prohibidas marchan aún por detrás del delito. De hecho, la aparición de nuevas técnicas o de aquellas capaces de ocultar el consumo de sustancias prohibidas como pareja a la mejora de los sistemas de vigilancia.
El mundo del ciclismo, siempre bajo sospecha, ha vivido en los últimos años en continuo sobresalto. En el Tour de Francia de 1998, todo un equipo, el Festina, hubo de abandonar la competición y fue investigado por la justicia. Su masajista fue sorprendido con 400 dosis de esteroides anabolizantes y hormonas del crecimiento. Un año después, el italiano Marco Pantani, campeón de Giro y Tour en 1998, fue descalificado en esta última prueba al superar la tasa permitida de hematocrito, lo que podría significar el uso de EPO.
Aunque el atletismo, el ciclismo, la halterofilia o la natación están más ligados a este tipo de prácticas, ninguna actividad deportiva parece haberse librado de ellas. El futbolista argentino Diego Armando Maradona ha dado positivo en distintos controles antidopaje. La mayoría de los casos están relacionados con su adicción a la cocaína, pero en Mundial de Fútbol de Estados Unidos, celebrado en 1994, fue detectada en su orina la presencia de un estimulante llamado efedrina. Asimismo, está ampliamente documentado el empleo de creatina en el fútbol y otros deportes. La creatina es un Compuesto nitrogenado que se acumula en los músculos esqueléticos unido a una molécula de fosfato, y que sirve como fuente inmediata de energía para la contracción muscular algo especialmente importante para los ejercicios breves y de alta intensidad. NO figura en las listas de sustancias prohibidas, por ¡o que se ha convertido en los últimos años en un producto de moda entre los deportistas, pese a que algunos estudios sugieren que su uso puede estar ligado a una mayor incidencia de cáncer.
Los últimos casos de dopaje han abierto un nuevo debate. La lista de compuestos prohibidos es interminable y afecta a medicamentos usados habitualmente por la mayoría de la población para tratar enfermedades leves. Juan Antonio Samaranch, Presidente del Comité Olímpico internacional (COI), ha llegado a insinuar que debe reducirse: «Doping es todo aquello que, primero, afecta a la salud de los a segundo, aumenta artificialmente su rendimiento. Si se da sólo esta segunda condición, para mí no es doping». La solución al problema pasa, pues, por determinar productos o técnicas son nocivas para la salud. Pero esto no parece sencillo, do en cuenta que, en opinión de muchos especialistas, la misma práctica de deporte de elite puede ser perjudicial y que, en muchos casos, pueden pasar años conocer los efectos secundarios de determinadas sustancias.
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